Que se siente en medio de muchos llantos, dolores, tristeza, perdida de un ser amado, tormentas e infinidades de conflictos, y que alguien te diga; «Alégrate en el Señor». Pablo un preso que pronto será llevado delante del tribunal de César para recibir la sentencia de muerte escribe de regocijo a sus hermanos de Filipo.
A Pablo lo habían perseguido, golpeado, apedreado, y encarcelado varias veces, pero a media noche, aprisionado con el cepo, podía cantar himnos y orar a Dios, según relata Hechos 16:24-25, y esto ocurrió en Filipo. El poder consolador del evangelio, estaba con él, por tal motivo escribe esta carta en Filipense 4:4ss, 4 Alégrense siempre en el Señor. Repito: ¡Alégrense! 5 Que todos los conozcan a ustedes como personas bondadosas. El Señor está cerca.
Si miramos la situación difícil de Pablo, jamás el escribiría que siempre hay que alegrarse. Y «siempre«, significa bajo todas las circunstancias de la vida, si sufrimos persecución; si los seres amados sufren persecución; cuando sufrimos aflicción física; cuando nos amenaza la muerte, o cuando mueren nuestros seres amados (familiares o hermanos, o amigos); cuando los días están llenos de tristeza y oscuridad.
Alguien se preguntará ¿Cómo es posible alegrarnos bajo tales circunstancias, como es posible alegrarnos en medio de la cuarentena, y amenazas por el covid-19? Quisiera decirte que las situaciones adversas no permiten al ser humano alegrarse, pero el motivo de felicidad de cada creyente es justamente como dice el texto, en el Señor, si fijamos nuestros ojos en el, en aquel que ha vencido la muerte en aquel que ha llevado todas las enfermedades, los dolores en la cruz y por su llega fuimos nosotros curados nos dice el profeta Isaias 53.
Muchas personas no saben nada de gozo a menos que haya prosperidad, buena salud, y muchos placeres, pero los que están con Cristo, estas situaciones convierten en bendiciones. Recordemos cada instante que Cristo y su evangelio es nuestra fuente para que continuamente estemos alegres, como nos dice la palabra de Dios, y como resultado se conocerá de que somos personas de bien, personas que de las adversidades las hacen oportunidades para dejar que la gloria de Dios se manifieste.
¿Tienes motivo desfavorable que no te permite estar alegre? ¿Aceptarías a Cristo como tu fuente de gozo continuo? Haga esta oración, querido Dios, gracias por proveerme una fuente de alegría que es Cristo, en medio de los múltiples problemas, en medio de desesperanzas, para que yo esté siempre alegre, y pueda transmitir a otros tu alegría, te pido tu fuerza hoy y siempre, amen.
Heriberto Ayala
Colaborador de ENCUENTRO