Mi deseo para este nuevo año es que vivamos en verdadera libertad.
Entendamos que debemos liberarnos de todo peso que nos impide avanzar, porque si nos mantenemos unidos al pasado, será como una gran piedra amarrada a nuestro cuello cual estorbo permanente en nuestro deseo de disfrutar la vida. El pasado no lo podemos cambiar, pero sí sacudirlo y perdonar lo que haya que perdonar y enfilar nuevamente las velas para poder continuar.
He decidido que de las circunstancias, como así también de mis amigos o personas que encuentre a lo largo de mi camino, tomaré sólo lo que valga la pena; lo que me ayude a crecer y a ver la vida desde una mejor perspectiva.
En estos próximos 365 días debemos recordar y entender que somos hechura de Dios, que tan sólo somos barro y que nos debemos llenar de su dulce y hermosa presencia, porque lo demás no tiene valor.
Está prohibido olvidar cuánto nos ama Cristo y que fue a preparar un lugar especial para cada uno de sus hijos. (San Juan 14:2)
Mi declaración de fe para este 2019:
«EL SEÑOR CUMPLIRÁ SU PROPÓSITO EN MÍ” (Salmos 138:8)
Mi confianza estará puesta en sus promesas:
“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” Jeremías 29:11 Nueva Versión Internacional (NVI)
Mi meditación será:
Señor, tú has sido nuestro refugio
generación tras generación.
Desde antes que nacieran los montes
y que crearas la tierra y el mundo,
desde los tiempos antiguos
y hasta los tiempos postreros,
tú eres Dios.
Enséñanos a contar bien nuestros días,
para que nuestro corazón adquiera sabiduría.
¿Cuándo, Señor, te volverás hacia nosotros?
¡Compadécete ya de tus siervos!
Sácianos de tu amor por la mañana
y toda nuestra vida cantaremos de alegría
(Salmos 90: 1-2; 12-14)
Tu siervo,
Ernesto Pinto
Te invito a ver un nuevo programa de television:
La voz del desamparado: https://vimeo.com/308901588