Tal parece que en la mente del siervo de Dios Moisés había una cierta forma en la que Dios actuaría para liberar a Su Pueblo de Egipto. Pero según pasaban los días y se complicaba todo el evento, el actuar del Señor no estaba claro para Moisés. Mientras más el insistía con el faraón acerca de dejar ir al pueblo de Israel, más difícil y penosa se hacia la vida para éstos, hasta que Moisés no aguantó más e increpó a Dios: ¿Por qué afliges a este pueblo? ¿Para que me enviaste? Tal vez en la mente de Moisés se repetían estas palabras y tal vez él se decía a sí mismo: ¡por esto es que yo no quería venir a Egipto! ¡Esto es más difícil de lo que yo pensaba!
Para nosotros los humanos es difícil entender los planes y los Propósitos de Dios. Nuestra mente finita no acaba de entender todo lo que el Señor tiene en Su mente infinita. De hecho, la Biblia dice que nadie entendió jamás la mente del Señor en su totalidad, ¡es imposible! Dios tenía el plan de glorificarse, magnificarse, ¡mostrar Su gloria y Su Poder en Egipto! Moisés solo pensaba en el sufrimiento inmediato de él y del pueblo de Israel.
Nunca entenderemos la Mente y los Propósitos Eternos del Señor de este lado de la eternidad, ¡pero podemos someter nuestro corazón a confiar en Su amor, Su misericordia, Su gracia, Su Poder! Dios siempre llevará a total realización Sus planes y Sus Propósitos aún en medio de nuestro dolor o nuestra confusión. ¡Siempre!
Confíe hoy en los Planes del Señor y sométase a ellos. El Señor será glorificado y usted verá la bondad de Dios en la tierra de los vivientes.
¡Hasta que todos oigan!
Eliezer D. González
Amigo del ministerio ENCUENTRO
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