Querida amiga (o)
¿Como esta tu relación con El Señor?
¿Has decidido en tu corazón consagrar tu vida por completo a El?
Leí una historia en el internet que me ha hecho reflexionar en mi propia vida y venir delante de El y decirle: Señor háblame y permite que, en cada detalle de la vida, pueda tener la oportunidad de recordar que sin ti nada soy, pero porque te tengo a ti lo tengo todo.
Permita, que, con lo que tu pones en mi camino pueda yo encontrar la forma de adorarte no importando las circunstancias a donde me lleves porque tu quieres prepararme para algo mas grande.
Aquí te comparto la historia:
La Señorita FRANCES RIDLEY HAVERGAL hija de una familia muy distinguida de descendencia inglesa era una niña que desde su corta edad se deleitaba en la adoración, oración y lectura de la Biblia.
En donde quiera que iba encontraba la forma de adorar al Señor en todo lo que estaba a su alrededor.
Aprovechando cada oportunidad que se le presentaba, ella se inspiraba y escribía canciones de adoración y consagración a Dios.
La historia nos dice que la señorita Francés fue por una corta visita de 5 días a Areley House donde se encontraban 10 personas en la casa. Algunos eran inconversos y otros eran convertidos pero no eran cristianos gozosos.
Dios le dio la oración: «Señor dame TODA esta casa». Y Él lo hizo. Antes de regresar todos habían recibido una bendición. La última noche de su visita, después de haberse retirado a dormir, la gobernante pidió a la señorita Francés que fuera a ver a las dos hijas. Estaban llorando. Allí las dos creyeron y se regocijaban. Era casi medianoche. La señorita Francés estaba demasiado contenta como para dormir, y paso la mayor parte de la noche en alabanza y renovando su propia consagración.
La vida de Francés Ridley Havergal era en verdad una vida de consagración.
En otoño de 1878, Srta. Havergal se trasladó a Mumbles, Bahía de Swansea. Aquí, se esperaba que encontraría un lugar tranquilo de descanso, para que pudiera recuperar algo de su vitalidad perdida; pero su continua compasión hacia los pobres sobrepasó su debilidad, y el 3 de junio del año siguiente, la dulce cantora pasó a la presencia del Rey. Tan sólo tenía 42 años.
Puedes decirle hoy al Señor “Heme aquí” consagro mi vida a ti; úsame para gloria tuya.
Recuerda que la consagración es entregarnos al Señor para ser un sacrificio vivo como lo dice el apóstol Pablo en el libro de Romanos 12:1. “Así que, hermanos, yo les ruego, por las misericordias de Dios, que se presenten ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. ¡Así es como se debe adorar a Dios!”
Aquí te comparto la canción con Victor Hernandez “Que mi vida entera este”
Espero que mientras la escuches la hagas una oración en tu vida.
Te deseo un bendecido y maravilloso día.
Bendiciones.
Marina Pinto
https://www.youtube.com/watch?v=ikccwAAp7YY