¡Feliz Día del Padre!
Aquí en Canadá, en esta semana celebramos el día del Padre. Entiendo perfectamente bien que NO en todos los países se celebra el día del padre en el mes de Junio; pero como todos tenemos un Papá, vale la pena celebrar!
Me imagino que este día muchos hijos estarán mostrando su amor en diferentes maneras a sus padres, y otros estarán deseando haberlos tenido presentes en su vida, ya que lamentablemente muchos padres abandonaron emocionalmente a sus hijos y no hablo de los que los abandonaron físicamente.
Comienzo reflexionando sobre el legado de Dios sobre la humanidad. En primer lugar El (Dios) demanda responsabilidad a los padres. Leo del libro de Deuteronomio 6: 5-7 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerza y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón”.
Luego leemos que El delega la responsabilidad a los padres de transmitirlas sobre sus hijos en todo tiempo;
“y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes”.
Que gran responsabilidad; recuerda que para cosechar buen fruto tienes que sembrar;
¡Felicito a todos los padres, abuelos, tíos, hermanos que han tomado la responsabilidad de criar hijos, nietos, sobrinos y hermanos saludables emocionalmente; y les deseo que hoy se gocen al saber que si ha valido la pena el sacrificio!
Recuerda que tus hijos siempre quieren ser como tú.
Lee la siguiente historia: (tomada del Internet)
Papá … yo quiero ser como tú
Mi hijo nació hace pocos días, llegó a este mundo de una manera normal. Pero yo estaba de viaje … ¡tenía tantos compromisos!
Mi hijo aprendió a comer cuando menos lo esperaba, y comenzó a hablar cuando yo no estaba… ¡Cómo crece mi hijo! ¡Cómo pasa el tiempo!
A medida que crecía, mi hijo me decía:
— ¿Papá, algún día seré como tú? ¿Cuándo regresas a casa, papá? — No lo sé, hijo, pero cuando regrese, jugaremos juntos; ya lo verás.
Mi hijo cumplió diez años hace pocos días y me dijo:
— ¡Gracias por la pelota, papá!, ¿quieres jugar conmigo? Hoy no hijo; tengo mucho que hacer. — Está bien papá, otro día será.
Se fue sonriendo, siempre en sus labios las palabras: «Yo quiero ser como tú».
Mi hijo regresó de la Universidad el otro día, todo un hombre. — Hijo, estoy orgulloso de ti, siéntate y hablemos un poco. — Hoy no papá, tengo compromisos. Por favor, préstame el auto para visitar a algunos amigos.
Ahora ya estoy jubilado, y mi hijo vive en otro lugar. Hoy lo llamé:
— !Hola hijo, ¿cómo estás? ¡Me gustaría tanto verte! – le dije. — Me encantaría, padre, pero es que no tengo tiempo. Tú sabes, mi trabajo, los niños… ! Pero gracias por llamar, fue increíble oír tu voz!
Al colgar el teléfono me di cuenta que mi hijo había llegado a ser como yo …
Marina Pinto.
Les invitamos a escuchar algunos programas bien conocidos:
“La historia de Panchito” http://www.encuentro.ca/_audios/fln/636enc-LaHistoriadePanchito.mp
“Papa olvida” http://www.encuentro.ca/_audios/fln/345enc.mp3