“Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió” Hebreos 10:23
Me escribió recientemente un Pastor de Cuba indicándome que las cosas en Cuba se hacen un tanto diferente y que para vivir allí se necesita la paciencia de Job, la fe de Abraham, la perseverancia de la Viuda y en algunos casos…se necesita la vida de Matusalén. ¡Todo esto se traduce en Esperanza!
Esperanza en la vida del creyente no es para pensar con ilusión, sino con seguridad y confianza total que lo prometido se cumplirá. Aquellas personas sin Cristo en su vida viven deseando que las cosas cambien o viven ilusionados que algún día ganarán la lotería o que algún Ángel se aparecerá para cambiar su situación. Pero no así los que tienen a Cristo en su vida.
¡No hay nada más agradable en el mundo que vivimos que una dosis de Esperanza! El Diccionario define la palabra Esperanza como: “Confianza en que ocurrirá o se logrará lo que uno desea” En mis propias palabras: “Esperanza es la gasolina de Dios que te mantiene en movimiento”.
Esperanza me trae recuerdos a mi mente:
1. Recuerdo la Fidelidad de Dios en el día de Ayer: Hago una lista de todas las cosas que Dios ha hecho en mi vida, y empiezo a estar agradecido. La actitud de gratitud es la emoción más saludable que puedo tener y esto a su vez me da esperanza. Hacer recuerdo del día de ayer es declarar que Dios lo hizo una vez y lo puede volver a hacer otra vez.
2. Recuerdo la Presencia de Dios en el día de Hoy: Me recuerdo a mí mismo que Jesus está conmigo ahora mismo. No estoy solo. Incluso cuando siento que estoy completamente solo, no lo estoy. Él dice: «Estoy aquí y te ayudaré, nunca te dejaré ni te desampararé” (Hebreos 13:5). Esta seguridad trae esperanza a mi vida para el día de hoy.
3. Me recuerdo de las Promesas de Dios para el día de Mañana: Hay más de 7,000 promesas para nosotros en la Biblia. Cada una es como un “cheque en blanco”. La Biblia dice si Dios es por nosotros, quien contra nosotros (Rom. 8:31), El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas (Isaías 40:29), mi Dios pues suplirá todo lo que os falte (Filip. 4:13), etc. Aprópiate hoy de estas y muchas otras que están en Su palabra.
Pastor Arnold Enns, Colaborador de ENCUENTRO