Soy un joven cristiano de 27 años; estoy profundamente enamorado de mi prima de 21 años, (hija del hermano de mi madre) y ella también está enamorada de mí. Nuestra relación ya va por los 3 años; ambos nos amamos profundamente. Sé que esto no es común en nuestra sociedad, ¿o quizás si? No lo sé.
Lamentablemente tengo que confesarle que hemos tenido relaciones sexuales. Yo reconozco que hemos pecado al hacer eso y le hemos pedido perdón a Dios. Juntos hemos prometido que ya no lo vamos a hacer; lo que ahora queremos es hacer una vida normal y vivir libremente sin tener que escondernos.
Mi pregunta es: ¿Es posible que ella y yo podamos ser novios y un día llegar al matrimonio, formar una familia y ser felices hasta que la muerte nos separe?
Yo estoy dispuesto a hablar con mis padres y decirles lo que estoy sintiendo; lo mismo hará ella con los suyos. Para nosotros no es fácil tener que enfrentar esto, pero si hay que hacerlo, lo haremos.
Amado consejero, le ruego responderme lo más pronto posible; ella y yo necesitamos urgentemente su punto de vista.
Gracias y que Dios le siga usando.
Un “Romeo” prohibido
Respuesta:
Apreciados enamorados,
Como ustedes lo dicen su situación no es bien vista por nuestra sociedad; sin embargo, el amor les atrapó a ustedes. Enamorase entre primos no es lo ideal por diversas razones: la genética, por ejemplo, de la cual no voy ampliar porque no soy un experto en ese campo. De todas formas si ustedes decidan casarse y desean tener hijos, sería bueno que antes consulten un médico para que les hagan los análisis correspondientes.
Me concentraré en el dilema moral que enfrentan. Sé que como cristianos ustedes quieren hacer la voluntad de Dios. Este debió haber sido el primer paso: orar y buscar la dirección de Dios. Ahora además de cargar con ese secreto que han mantenido, me dices que tuvieron relaciones pre-maritales. Lo único que esto trae es más culpabilidad. Destruyeron la pureza de su relación. Me alegra escuchar que ya pidieron perdón y -si entendí bien- se comprometieron abstenerse de hacerlo hasta el día que se casen. Eso creo que ayudará por lo menos a tener paz en la relación espiritual que mantienen con Dios.
Vamos a tu pregunta:¿Es posible que ella y yo podamos ser novios y un día llegar al matrimonio, formar una familia y ser felices hasta que la muerte nos separe?
La respuesta es SI. Si es posible, aunque ya dije no es lo normal o lo ideal. En el Antiguo Testamento vemos que se dieron ese tipo de matrimonios. No hay ninguna prohibición expresa a tales relaciones en la Biblia.
Mi recomendación es que ustedes actúen como adultos; enfrenten la realidad. Hablen con sus padres. Aunque no necesitaran la aprobación de sus padres –porque ya son adultos- lo más correcto es buscar la aprobación de ellos. Dudo que dársela sea cosa fácil para ellos, por eso de los estereotipos sociales que nos rodean.
Ahora les tocará a ustedes sanar esta relación, presentarla ante Dios y, como asisten a una iglesia, es saludable que le comuniquen al pastor y a los líderes de su congregación..
Que disfruten de vuestro noviazgo.
Ernesto Pinto