Respetable pastor, yo he escuchado unas veces su programa y estoy sumamente necesitada de sus consejos. Yo soy una señorita que conoce los caminos del Señor; no argumento que mucho, pero sé que tengo los conocimientos necesarios. En mi congregación yo acepté al Señor Jesús como mi Salvador y cada día trataba de consagrar mi vida a Él; tenía cargos en mi iglesia porque sentía el llamado al servir y ayudar dentro de ella. Lamentablemente, aunque traté de guardar mi vida y mi cuerpo al Señor, metí las patas. Caí en pecado por un descuido en mi vida espiritual; yo he pedido perdón al Señor pero no sé de qué manera seguir adelante en sus caminos, ya que cometí fornicación con mi novio y ahora me encuentro embarazada. Lógicamente por mi pecado, dejé los cargos a mis asignados en la iglesia, y siento que la congregación de mi iglesia me juzga y no siento su apoyo a pesar de que yo me he arrepentido y he pedido perdón a Dios. Mi novio a pesar de que decía amarme no quiso casarse conmigo y no le obligué a nada. Gracias a Dios mi familia me ha perdonado y se encuentra apoyándome; aunque mi padre no quiere saber de Dios él me ha apoyado mucho. Al principio mi novio dijo que nos casaríamos, pero al hablar con sus padres que también asisten a la iglesia, cambió de opinión. Sus padres dicen que no le van a obligar a nada; él dice querer hacerse cargo de mi bebé, pero hasta la fecha no he sentido su apoyo. Él dice que sería un error casarnos; que cometeríamos otro error y que esto dañaría al bebé. Yo aún le amo, pero de él ya no espero mucho; él aun me busca, y dice que es mejor que no nos casemos porque él no quiere hacerme más daño. Yo no lo entiendo; dice que esperemos en Dios y El decidirá, y que Le demos tiempo. El tiempo corre para mí y para mi bebé y yo no lo juzgo. Sé que mi pecado me traerá muchas consecuencias y ya se presentaron las primeras. Yo pienso que mi bebé necesita a su padre cerca si queremos no seguir cometiendo errores y hacer las cosas como Dios las ordena. Mi familia ya no quiere que yo tenga contacto con él; y yo estoy muy confundida. No sé qué hacer; ya que quiero obedecer a mis padres, pero no sé si sea correcto que yo separe a mi bebé de su padre y negarle a él sus derechos como padre, y alejarme de él a pesar de que aun yo quisiera recuperar la situación con la ayuda de Dios. Por favor, le agradecería si me pueda contestar, ya que mi pastor apoya mucho a su familia y no siento su apoyo. Así que me he alejado de la iglesia a donde asistía, pero no quiero alejarme de Dios, ni de sus caminos. He buscado otra iglesia porque siento que la congregación ha dañado mi vida y no quisiera generar resentimiento contra nadie.
Respuesta:
Gracias por tu carta y por expresar tus ansiedades y preocupaciones. Asumo por el tono de la carta que eres una adolescente.
Lamento mucho escuchar que cediste a la tentación sexual fuera del matrimonio. Como tú bien lo expresas hoy estás cosechando los frutos de tu desobediencia a Dios y a tus padres. Lo bueno es, que lo reconociste y le pediste perdón a Dios, y estoy seguro que, si lo hiciste en verdadero arrepentimiento, Dios te ha perdonado. Eso es lo que dice 1. de Juan 1:9 – “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad”. No debes de dudar que Dios te ha perdonado y que quiere restaurarte.
Me alegra escuchar que tienes unos padres comprensivos y que están dispuestos a ayudarte. Debes de sentirte muy orgullosa de ellos, y aceptar su ayuda y consejo. Nunca es tarde para aprender.
Referente lo de tu «novieisto», queda demostrado que no es ni hombre, ni cristiano; ya que no quiere tomar responsabilidad por la trastada que cometió. Lo mejor es que te olvides de él. Por lo que expresas en tu carta queda demostrado que no te quiere y solo te busca o te buscará cuando quiera satisfacer su necesidad sexual. Él también es responsable de lo que hoy estás enfrentando. Puede ser que es un adolescente y no sabe cómo enfrentar esta situación, pero así como tuvo el valor de montarse también debería de tener el valor de buscar solución y no lavarse las manos diciendo: “ahora es problema tuyo.” Te lo digo lo más claro que puedo. ALÉJATE DE EL. Es lo mejor para tí y para tu hijo.
En cuanto al bebé que llevas en tu vientre… piensa en que sería lo mejor para él o ella; como eres una adolescente (lo asumo) deberás de hablar con tus padres que es lo más conveniente. Hay varias opciones que pueden considerar: puedes darlo en adopción a una familia estable que le dará amor y educación; tus padres pueden adoptarlo como su hijo; o, te conviertes en una madre soltera. Por lo que estableces en tu carta sobre tu novio, a mi juicio este joven no tiene nada que decir sobre las decisiones que tu tienes que tomar.
Por supuesto todas estas decisiones te parecerán duras. Bienvenida al mundo de la realidad, es por eso que Dios estableció el matrimonio. El sexo debe de ser un negocio de hombres y mujeres responsables y comprometidos al matrimonio.
Lamento mucho escuchar lo que tú dices sobre la actitud de tu congregación o pastor. El trabajo nuestro como pastores es orientar y levantar al caído; no juzgarlo. Te animo a que mantengas tu relación con Dios, busca otra congregación donde puedas seguir creciendo en tu fe. NO OLVIDES QUE DIOS TE HA PERDONADO Y EL TE AYUDARÁ A TOMAR LAS DECISIONES CORRECTAS. Romanos 8:37 dice “Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.” y Josué 1:9 nos anima de “¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.”
Gracias por tu confianza y si deseas seguir la conversación con gusto te atenderé.
Ernesto Pinto