Frecuentemente escuchamos frases como las siguientes: “No pases por debajo de una escalera porque tendrás mala suerte”. “Si se te cruzó por delante un gato negro, es mejor que te bañes con ruda para recuperar la buena suerte”. “En martes 13 no te cases ni te embarques”.
Aun en casas de personas cultas o de estrato social elevado, he observado que detrás de la puerta principal de su residencia tienen objetos que cuelgan como adornos pero en realidad son amuletos de brujería. Algunos están hechos a base de sábila, que en algunos países se la conoce como la planta de aloe vera, otros de ajos, también listones rojos, además de herraduras “trabajadas” para la buena suerte.
También existe el mito que si rompes un espejo, tendrás siete años de mala suerte ¿Por qué siete años? Una teoría dice que en la época romana, se pensaba que la vida se dividía en ciclos de siete años, por lo que organizaban su vida de ese modo. Esta creencia se mantuvo durante mucho tiempo. Como bien dicen, el espejo refleja no sólo nuestra imagen exterior, sino también nuestra alma, por eso al romper un espejo se pensaba que nuestra alma quedaba atrapada en los cristales rotos durante un ciclo de nuestra vida, es decir siete años, según los romanos.
Como estos abundan varias creencias más y muchas personas viven atrapadas en las garras de la ignorancia y la superstición. Aun cristianos, acostumbran compartir “cartas cadenas” en las redes sociales para que nos les caiga las maldiciones mencionadas allí.
Seguramente, hayas escuchado ciento de veces expresiones como: ¡Qué buena suerte tiene esa persona! Probablemente también conoces a alguien en particular a quien “la suerte” le sonríe muy a menudo. Pues bien, ¿qué es la suerte?; ¿existe la buena suerte?; ¿Es de Dios?
Hoy en día, mientras caminamos por nuestras modernas ciudades, vemos anuncios de lugares donde se leen las manos y se venden amuletos para la buena suerte. Esto no es nada nuevo, por siglos la humanidad ha recurrido a diversas prácticas, como por ejemplo: usar diferentes colores en su vestuario, para tener “buena suerte. Así que no nos sorprende observar que, en los medios masivos de comunicación, se ofrecen artículos diversos como pulseras, anillos, amuletos, perfumes y otros “servicios especializados” dedicados a la lectura de cartas, limpieza de casas, transmisiones de buenas vibras, las cuales incluyen la brujería blanca con el objetivo de ofrecerte “buena suerte”.;
Lo triste es que, algunos cristianos sin discernimiento o madurez espiritual están siguiendo estas prácticas, especialmente en las redes sociales. He recibido algunas de estas “Cartas-cadenas” donde se exhorta a continuarlas para transmitir buena suerte, pero maldicen a quienes no las continúen, sentenciándolo con años de mala suerte. Además brindan algunos ejemplos contundentes como el caso de doña Fulana, que se volvió millonaria a los pocos días de comenzar a seguir la cadena, porque ganó el gran premio de la lotería, y el de don Perengano, que por no seguirla, se murió trágicamente en un accidente.
Realmente, ¿qué significa todo esto? ¡Mucho cuidado con estas prácticas que vienen directamente del infierno!
Así es mi querido lector, el enemigo de nuestras almas ha infiltrado la idea que la “buena suerte” se puede manejar de forma tal, que las personas utilizan este medio para obtenerla descuidando su dependencia de Dios. Es por esta razón que Dios ordena a su pueblo no recurrir a estas prácticas que mencioné anteriormente.
En el pasaje bíblico de Deuteronomio 18:10-11 dice: “No sea hallado en ti quien haga pasar su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego ni hechicero, ni encantador ni adivino, ni mago ni quien consulte a los muertos”.
Actualmente se lo llama: “Ciencias ocultas”. ¿Recuerdan ustedes el caso de Barjesús, el mago? Pueden leerlo en Hechos 13:6-10 y Deuteronomio 18:14: “Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios.”
¿Por qué crees que a ti, que eres un/a hijo/a de Dios no te lo permite? Porque son prácticas que el mundo ha heredado del padre de toda mentira, Satanás.
En conclusión si dependes de la “buena suerte” NO dependes de Dios.
Aquellos que hemos abrazado la Salvación por Gracia en Cristo Jesús (Efesios 2:9), no existe “la buena suerte”. Lo que nosotros vivimos, si actuamos conforme a la Palabra de Dios, son incontables bendiciones que llenan nuestra vida y la de nuestra familia de gozo y gracia. Cuando estamos en peligro, no es la buena suerte la que nos libra de la muerte, sino más bien la mano poderosa de Dios que nos protege: “El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende”, Salmo 34:7. Cuando obtenemos un buen trabajo o logramos algo importante en nuestra vida, es gracias al cuidado y las bendiciones de Dios para nosotros. Así que si alguien te amenaza con enviarte “mala suerte”, ora por esa persona y déjalo en manos de Dios: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes porque soy tu Dios, que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”- dice el Señor en Isaías 41:10.
Por favor, recuerda que tú y tu familia están protegidos por la Sangre del cordero que fue inmolado en aquella cruz. NO TEMAS, mejor celebra lo que dice en Apocalipsis 5:12: “… decían a gran voz: –El Cordero que fue inmolado es digno de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, el honor, la gloria y la alabanza.»
Nunca olvides que: “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.” Santiago 1:17.
Tu Amigo,
Ernesto Pinto
Les invito a escuchar un programa radial titulado: El Hijo de los Espiritus