Según la información que nos brinda Wikipedia, las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos estímulos del individuo cuando percibe un objeto, persona, lugar, suceso o recuerdo importante.
Por medio de ellas expresamos nuestros sentimientos de acuerdo a los sucesos que vivimos en el momento.
Algunas noticias nos llenan de alegría y se transforman en un tiempo de celebración, como por ejemplo el nacimiento de un bebé, el logro académico de nuestros hijos, entre otros.
Hay reacciones que afectan nuestro sistema nervioso pero hay emociones que son aún mayores, como las que se producen por causa del dolor. Y éste puede ser externo pero también interno, como cuando escuchamos de la muerte de alguien muy cercano, ya sea un familiar o un amigo.
Recientemente recibimos la triste noticia del fallecimiento de personas con quienes hemos estado en contacto. La reacción natural es un dolor que surge al pensar que hace poco hemos compartido momentos con esa persona y ahora ya no está…
Jesús se sintió triste cuando le dieron la noticia de que su amigo Lázaro había muerto. En este pasaje de San Juan 11 vemos diferentes tipos de reacciones al dolor:
1. Marta reprocha al maestro por no haber ido rápido.
21 “Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí mi hermano no habría muerto.”
Pero a pesar de su dolor ella confió en el poder de Jesús.
22 “Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.”
2. María igual que su hermana Marta reclama a Jesús; en respuesta a su dolor.
32 “María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí no habría muerto mi hermano.”
3. Jesús fue movido por el dolor.
33 “Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió.”
35 “Jesús lloró.”
Mis amigos y amigas, ¿no es cierto que muchas veces por causa del dolor nos sentimos culpables y pensamos: Esto seguramente no habría sucedido “Si yo hubiera estado allí”?
Déjame decirte que el Señor sabe todas las cosas y Él sabe por qué lo permite, no dejes que las emociones y el dolor controlen tu vida y te roben la comunión con Dios.
Marina Pinto.
Marzo 2016