Las palabras no se las lleva el viento. Sabemos que las palabras pueden lastimar a nuestras familias.
Las palabras también hacen milagros, así es, no solo hieren, pero levantan, forman y estimulan el intelecto.
Recuerdo con mucho afecto mi profesor de tercer grado. Siempre me decía: “Hijo, no he visto muchacho tan inteligente como tú.” Tomé en cuenta que yo crecí con una mama solamente y nunca tuve la afirmación de un padre. Pero gracias a este profesor por sus palabras, que ahora pienso que la decía a todos – pero para mí este momento fue oro puro. Gracias a Dios que yo crecí con estas palabras y traté de salir siempre adelante con mis estudios.
Ahora soy padre y abuelo y me ha dado cuenta que debo ser intencional y genuino con mis palabras. Ya que ellas pueden definir el éxito, el fracaso, la autoestima y el futuro de mis hijos o nietos.
¿Cuanto tiempo hace que no abrazas a tus hijos o hijas? ¿Cuanto hace que no le dices lo importante que ellos son para ti?
Talvez no podrás cambiar el mundo, pero tus palabras y actitudes, abrazos pueden cambiar el mundo de tus hijos.
Si tú estás maldiciendo a tus hijos: Pará hoy y empieza a abrazarlos y bendecirlos.
Y si tú fuiste herido por las palabras de tus padres: Dios quiere ayudarte a superar las heridas del pasado. El perdón es la única medicina que puede cicatrizar estas heridas del rencor que lleva dentro.
Por favor reconoce que eres un agente de cambio en una sociedad vacía e indiferente. Decide hoy ir por el mundo haciendo la vida más fácil a los demás.
Te dejo con dos versículos de la Santas Escrituras:
Santiago 3: 8-10: Ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
Efesios 6:4
Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos. Más bien edúquenlos y denles enseñanzas cristianas.
Ernesto Pinto
Aquí una linda historia sacado del Internet:
Un día, Thomas Alva Edison llegó a casa y le dio a su mamá una nota.
Él le dijo a ella: «Mi maestro me dio esta nota y me dijo que sólo se la diera a mi madre.»
Los ojos de su madre estaban llenos de lágrimas cuando ella leyó en voz alta la carta que le trajo su hijo.
«Su hijo es un genio, esta escuela es muy pequeña para él y no tenemos buenos maestros para enseñarlo, por favor enséñele usted».
Muchos años después la madre de Edison falleció, y él fue uno de los más grandes inventores del siglo.
Un día él estaba mirando algunas cosas viejas de la familia. Repentinamente él vio un papel doblado en el marco de un dibujo en el escritorio.
Él lo tomó y lo abrió. En el papel estaba escrito»Su hijo está mentalmente enfermo y no podemos permitirle que venga más a la escuela.»
Edison lloro por horas, entonces él escribió en su diario: «Thomas Alva Edison fue un niño mentalmente enfermo, pero por una madre heroica se convirtió el el genio del siglo.»
Qué impresionante la reacción de la mamá, ¿verdad?
En lugar de leer lo que realmente decía la carta, y habiendo podido hacer sentir menos a su hijo, le dio un giro completamente y ¡le inyectó seguridad y certeza a su hijo!
Le hizo creer que era un genio y se lo creyó tanto, que creció y murió siéndolo.
Es asombroso el poder que tienen los padres sobre los hijos.
ES MUY IMPORTANTE RECORDAR SIEMPRE EL PODER QUE TIENEN LAS PALABRAS…