Una reflexión para tu vida.
Aquí en Canadá, después de un largo invierno, ha llegado la primavera.
Los jardines en las casas, parques y lugares públicos de nuestra ciudad ya lucen hermosos con variedad de flores y plantas y árboles exóticos de la temporada.
Muchos también siembran jardines de vegetales en sus hogares y los cuidan, limpiando la mala yerba que crece entre ellos y los riegan cada día y se deleitan al ver cómo crecen. Y cuando están listos para ser cortados y consumados, lo hacen sin ningún temor al saber que no han sido rociados con algún químico.
Esta semana pude visitar a una querida amiga, y me impresionó de ver su lindo jardín.
Ella me compartía que, para ella, plantar estas lindas flores y verduras le da un gozo grande y ver cómo crecen es un milagro de Dios.
Así como tomamos el tiempo para cuidar de esos bellos jardines, con amor al saber que al final gozaremos al ver el resultado de lo que hemos sembrado.
Me pregunto si de esa misma manera nos esforzamos cada día para hacer lo mejor para conocer al Señor más y más. Nos dice la escritura: «Conozcamos, pues, esforcémonos por conocer al SEÑOR. Su salida es tan cierta como la aurora, y El vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia de primavera que riega la tierra». Oseas 6:3
Así como la lluvia hace crecer hermosa las flores y los vegetales en la tierra, así también el Señor desea derramar su lluvia de bendición a tu vida y verte crecer en El.
Quieres conocer más al Señor?
Déjate ser empapado con su lluvia de bendición en este día.
Te deseo un bendecido y maravilloso día.
Marina Pinto
Les comparto algunos nuevos programas radiales para las mujeres:
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