“Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios”. Lucas 1:30. (RVR 1960).
¿Cómo reaccionarías si recibieras una visita de imprevisto en tu casa?
Es posible que te alegres, que te asustes o te sorprendas porque quizá es alguien que nunca imaginaste que te visitaría.
El temor es un sentimiento que inquieta o llena de angustia a cualquier persona.
Cuando leo sobre la historia de María y José y de qué manera recibieron esa visita inesperada, me vienen muchas preguntas a mi mente, una de ellas es: ¿cómo hubiera reaccionado si me hubiera sucedido a mí?
No sabemos dónde estaba María, solamente se nos dice que ella estaba en un cuarto; y de repente recibió la visita de un ángel, y el saludándola le dijo: “¡Salve muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres”.
Pero ella, cuando lo vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esa.
Puedo imaginarme que varias preguntas habrán venido a su mente ya que estando ella comprometida con José, se enfrentaría avergonzada y sería apedreada por el pueblo.
Al ver la reacción de temor en María el ángel le respondió: “María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón”. Lucas 1: 30-34. (RVR 1960).
Ante su confusión y temor el ángel comienza a darle instrucciones:
“Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”. Lucas 1: 35. (RVR 1960).
Al escuchar María cuidadosamente las palabras del ángel, pudo entender que verdaderamente Dios había puesto sus ojos en ella, escogiéndola entre todas las mujeres de su pueblo, sintiéndose muy privilegiada y en fe respondió diciendo:
“He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia”. Lucas 1: 38. (RVR 1960).
¡Qué hermosa lección de valentía y coraje!
María puso su confianza plena en Dios aún con lo que se enfrentaría, las críticas y el repudio de la gente. Él estaba tratando con ella e igualmente lo estaba haciendo con José, su prometido, ya que sabía que habría confusión, desconfianza y temor en el corazón de José si tomaba a una joven por esposa estando embarazada y sabiendo que ese hijo no era suyo.
Pero el propósito de Dios se estaba cumpliendo, al escoger a la pareja correcta para ser los padres de su único Hijo amado a quien Él enviaría en forma humana para venir a este mundo a darnos la redención y salvarnos de nuestros pecados.
Una historia de coraje y valentía porque cuando le creemos a nuestro Señor, el temor se va.
Es posible que tú estés pasando tiempos de temor, a lo incierto del futuro como consecuencia de lo que hemos estado viviendo durante este año. Hubo muchas pérdidas: de empleos, enfermedades, muertes, destrucciones de huracanes, terremotos, guerras. Ha sido un año el cual nunca olvidaremos, el temor se ha apoderado en muchos y es posible que esta Navidad, para los cristianos que celebramos el nacimiento de nuestro amado Salvador, no sea lo mismo ante tanto dolor, pérdida material y física. Pero hoy quiero animarte a que en la quietud de tu hogar pienses que lo más importante es tu familia, agradezcámosle a Dios por la vida. Que este tiempo podamos recordar que la Navidad es un tiempo para darle gracias a Dios por enviarnos a su amado Hijo, quien siendo rico vino a nacer en un humilde pesebre para darnos salvación. “Esto os servirá de señal: hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre”. Lucas 2:12. (RVR 1960).
Mi mensaje final es que la bendición de nuestro Dios sea sobre tu vida y tu familia y que el gozo, la fe y la esperanza del Señor sobreabunden siempre en ti.
¡Feliz Navidad!
Marina Pinto
Dic 2020
Programa radial: Tema para mujeres
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