En un mundo de afanes y consumismo, pareciera que la reflexión, meditación y acallar el alma unos minutos al día es un desafío. Pareciera que vivimos en un agotamiento eterno.
Muchas veces he descubierto que no pudo ni orar y lo único que hago es encerrarme a escuchar música sacra y en la medida que aquieto mi alma, comienzo a adorar a Dios y experimentar su paz.
En el evangelio de Lucas encontramos una historia en la que leemos que Jesús visita a sus amigos, Lázaro, María y Marta. Lea el texto detenidamente y observará dos actitudes ante Jesús.
María corre a sentarse y ESCUCHAR……. Y Marta…. ??? Lea las palabras de Jesús para Marta.
Lucas 10:38-42 : Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
Una sola cosa se nos es necesaria y esta es: sentarnos a los pies de Jesús y oír su palabra. Meditar, ocuparnos de las cosas de Arriba.
Colosenses 3:2: Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Ernesto Pinto