“¡Déjanos en paz! Déjanos seguir siendo esclavos de los egipcios. ¡Es mejor ser un esclavo en Egipto que un cadáver en el desierto!” Éxodo 14:12. (RVR 1960).
Este versículo de Éxodo y otros cuantos más nos relatan que el pueblo de Israel que Moisés sacó de la esclavitud nunca quiso ser libre.
La esclavitud es un estado en la mente. Si te dijeron que no puedes y te lo creíste, las oportunidades seguirán siendo una ilusión.
Cualquiera pensaría que luego de vivir 400 años en la esclavitud, lo último que quisieran hacer los israelitas tras experimentar la libertad y ver nuevos horizontes, sería regresar a la cautividad en Egipto.
Pero ellos no lo comprendían en ese momento, así como también a algunos de nosotros se nos dificulta apreciar el amor y cuidado de Dios cuando estamos atravesando por nuestros propios desiertos.
Jesús les respondió: “De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, es esclavo de pecado”.
En mi experiencia como consejero he visto a muchos que pareciera que disfrutan ser esclavos. Tuve una cliente que la vi como por tres meses y había mejorado mucho. En las últimas sesiones habíamos hablado sobre el perdón, porque me di cuenta de que su ira, sus ataques de pánico, resentimiento era por falta de perdón. Así que cuando le pregunté: ¿está usted dispuesta a perdonar a su agresor? Su respuesta fue rápida: “NUNCA”. Estaba atada a sus heridas y prefería seguir viendo así.
Cristo te dice hoy: “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”. El Padre Celestial envió a su único Hijo a comprar nuestra libertad con su propia muerte. Misterio que nunca entenderemos en su totalidad, pero podemos beneficiarnos de lo que si sabemos y esto es: “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Juan 8:32 y Juan 14:6 Jesús le dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.
Este es tu día de ser completamente libre, simplemente haz una oración en la cual confiesas tu maldad oculta y el Señor te abrazará. Lee 1 Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”
Esta decisión te llevará a mirar al futuro con expectativa, confiando que el propósito del Padre amoroso se te mostrará mientras leas las Escrituras y seguro que verás mejores días. Prepárate para ver a tu nueva generación vivir la GRACIA y las BENDICIONES de Dios.
Ernesto Pinto
Les comparto un programa de televisión titulado: La religión no te llevará al cielo