Lágrimas, angustia, ansiedad, desesperación, culpa, tensión, vergüenza, rabia: estos son síntomas físicos y psicológicos, propios de una pareja donde hay desconfianza, donde hay adulterio.
Mi amigo, el adulterio es uno de esos pecados que trae consecuencias más profundas que otros pecados. No dije que hay un pecado más grande que otro: dije que trae consecuencias más funestas que otros pecados. ¿Porque? En uno de los mandamientos, Dios nos ordena. “NO ADULTERARAS”.
Mas tarde Cristo lo lleva a otro nivel. Ya no es solamente el acto físico del adulterio, pero en la ley de Cristo se nos prohíbe darle rienda suelta a la lujuria y la misma se da en el pensamiento y el corazón. Aquí cito a Cristo Jesús:” Habéis oído que se dijo: «NO COMETERAS ADULTERIO. Pero yo os digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón. Mateo 5:28
Mas tarde el apóstol Pablo lo explica de esta forma: Huid de la fornicación. Todos los demás pecados que un hombre comete están fuera del cuerpo, pero el fornicario peca contra su propio cuerpo. 1 Corintios 6:18
Compartimos la inquietud de una oyente:
¿Valdrá la pena luchar por mi matrimonio?
Apreciado consejero,
Me atrevo a escribirle porque estoy al borde de la locura, y la razón es que mi matrimonio que era casi perfecto, ahora se ha convertido en una pesadilla.
Hace unos meses mi esposo me confesó que me engañó con otra mujer; en ese momento de la noticia yo estaba embarazada. Esa triste realidad me afectó mucho. Yo no quiero que mi matrimonio se destruya pero la verdad ya no sé qué debo hacer, ¿irme o perdonarlo?
Él dice que se siente confundido y que no sabe lo que sienta por mí; él ya no es lo mismo de antes.
Usted comprenderá. Yo vengo de un hogar cristiano y por mis valores yo creo que el matrimonio es para toda la vida, pero la verdad es que no puedo verle la cara sin imaginarme que estuvo con otra mujer. Muchas veces me repite que está conmigo por su hija.
¿Qué hago, pastor? Por favor ayúdeme. ¿Valdrá la pena que siga luchando por mi matrimonio? O, ¿doy por terminado esta relación?
Por favor contésteme………
Respuesta:
Mi amiga, luchar por el matrimonio y el bienestar de los hijos siempre es saludable. Pero hay que ser sensatos, y reconocer que los problemas hay que tratarlos y buscar siempre la solución. Los problemas no se arreglan con el paso del tiempo o quedándose callada.
Hay que buscar la razón por la que su marido buscó refugio en otra mujer. Para usted el matrimonio era “casi perfecto” pero obviamente para el no. Hay que buscar cómo resolver “el casi”.
En la vida real no hay matrimonio perfecto. Muchas veces nuestra óptica utópica de la relación es lo que no nos permite abrir los ojos a lo que nos está pasando y cerramos la puerta a una verdadera comunicación. Y, luego aparecen “los casi” como este: “casi fuimos felices” “casi llegó a amarle” … “casi me comprende” etc.
En su nota usted me dice: “yo vengo de un hogar cristiano y por mis valores yo creo que el matrimonio es para toda la vida.” Le felicito, pero quiero recordarle que para bailar tango se necesitan dos. En un matrimonio es igual, aunque seamos diferentes tenemos que unificar nuestros valores; también, su marido tiene que cooperar y reconocer que necesita ayuda y mejorar la comunicación entre ustedes.
Ahora, mi pregunta para usted es ¿Por qué razón su marido confesó la infidelidad? ¿Es porqué lo agarraron con las manos en la masa? O, ¿por arrepentimiento genuino? Si es por lo segundo, entonces “casi” tenemos el problema resuelto.
Señora, me permito recordarle que además del valor de que el matrimonio es para toda la vida; otro de los valores cristianos (y es el que menos practicamos) es el perdón. («Pero si ustedes no perdonan, tampoco su Padre que está en el cielo les perdonará a ustedes sus pecados.» Marcos 11:26) Es pues imperante para nosotros los seguidores de Cristo perdonar.
Ahora bien, sobre el tema del perdón, hay aquí dos opciones:
Primera: si su marido NO pide perdón, usted como cristiana puede decidir perdonarlo, para salud de su propia alma, pero eso solo la beneficiara a usted y no resolverá el conflicto como pareja.
Segunda: si su marido solo confesó y no pidió perdón, la confesión es “casi perfecta”. Su marido necesitará pedir perdón y ese será el comienzo de una reconciliación y el comienzo de un proceso de una nueva forma de comunicarse en su matrimonio.
Por ultimo permítame decirle: No pierda la esperanza. Acérquese a Dios y pida su intervención en vuestra relación. Mucha gente busca ayuda por todos lados, hasta en la brujería y nada le funciona, porque han sacado a Dios de sus asuntos familiares. Vuélvase a El. (Jeremías 33:3 dice: “Clama a mi y YO te responderé.”)
Nuestro Dios es un Dios de milagros y si usted se lo pide, El hará un milagro en el corazón adultero de su esposo. Pero también pida para usted mucha gracia, amor y sabiduría (Gálatas 5:22, 23) para resolver la crisis y dialogar con transparencia con su esposo. (Favor leer Efesios 5)
Ernesto Pinto
Ver el programa de televisión «Decidieron perdonarse»