Cada nuevo año nos proponemos ser mejores que el año anterior, hacemos promesas de dejar aquellas cosas que no nos hacen bien.
Cuando leo los mensajes de algunos amigos disfruto mucho lo que escriben y, a veces, me causa gracia. Es que son muy ciertas con las cosas que luchan.
Algunos de ellas están relacionadas con la salud y se proponen que en el nuevo año dejarán de comer todo lo que les hace daño y prometen a cuidarse mejor pero lo que me causa risa es que, en forma de broma, dicen que durante las fiestas navideñas se comerán todo, porque luego comenzarán su dieta. Así que aprovecharán y se comerán todo lo que ya no podrán comer después.
Otros se proponen estudiar más las Escrituras y consagrar su vida al Señor.
¿Qué es lo diferente que estás prometiendo hacer, en este nuevo año?
Quiero animarte que antes que todo le pidas al Señor sabiduría para poder cumplir lo que te propones.
El salmista David nos dice en el Salmos 90:12: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”.
Nuestro corazón es el órgano más importante de nuestro cuerpo, es el que nos da vida, porque impulsa la sangre a todo nuestro cuerpo, por lo tanto, debemos de mantenerlo limpio y puro de cualquier contaminación.
Nos dice el libro de Proverbios 4:23: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida”.
Si tu corazón está consagrado al Señor, no tendrás necesidad de buscar las cosas que te puedan distraer o alejar del Señor porque tu deleite estará en hacer la voluntad del Padre Celestial.
Mi deseo y oración para este nuevo año es que podamos consagrarnos más a Dios y que escojas entre lo bueno y lo malo, aquello que te ayudará y te fortalecerá más tu vida espiritual.
Lo que voy a decir lo digo con mucho respeto, ya que sé que habrá personas que no estarán de acuerdo conmigo, pero creo que es necesario estar alertas. Es tiempo de mantenernos alejados de las redes sociales si ellas nos afectan en nuestro crecimiento espiritual.
Ten cuidado con quiénes te comunicas en ellas, sé sabio en elegir a los que te ayudarán en tu crecimiento espiritual y no aquellos que te alejarán del Señor.
Hay un dicho muy cierto que dice que una manzana podrida pudre a las demás, si te juntas con aquellas personas sin Cristo no llegarás a nada bueno.
Si estás usando las redes para hacer la diferencia como hijo de Dios preséntate desde un principio como tal, un completo hijo de Dios.
Muchos cristianos lamentablemente están cayendo en la trampa del enemigo y están destruyendo su vida por lo que han escogido para estar conectados.
Ten mucho cuidado, el apóstol Pablo nos recuerda que: “somos templo del Dios viviente” y nos aconseja en el libro de 2 Corintios 6:14-15: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?
Si esta lectura te parece fuerte te pido perdón, pero creo que es mi deber como hija de Dios decirte que los tiempos que estamos viviendo son peligrosos y Dios quiere guardarte de todo mal y que vivas una vida que le agrade a Él.
No eches al tacho de la basura todas las bendiciones que has recibido como hija(o) de Dios por un momento de placer que puedas vivir en las redes sociales.
Si las vas a usar, sé sabio y de bendición para aquellos necesitados
¡Feliz Año Nuevo!
Que este 2022 sea un Año de Victoria en Cristo.
Marina Pinto.
Les comparto algunos programas radiales
No uses mal tu libertad
Preséntale tus sueños a Dios