En una oportunidad una persona me dijo, que no siente o no ve más en su vida la fidelidad de Dios, dijo ya no suceden los milagros. Hay día que mi fe está siendo cuestionada por circunstancias, que no dan resultados positivos. La verdad no sé qué más hacer remato esta persona en búsqueda de ayuda, esta última expresión detonaba que algo de esperanza había en el fondo de su corazón.
Mis queridos amigos, en la Biblia encontramos una apasionante historia en el Evangelio de Juan 11:1ss. Lázaro un amigo muy querido por Jesús, le avisaron que su amigo estaba enfermo, pero él no se fue al instante, tardó dos días dice la Biblia. En el verso 17 encontramos, que llegó Jesús después de 4 días de haber estado muerto Lázaro. Cuando Marta una de las hermanas de Lázaro, se enteró que Jesús estaba llegando, salió a recibirlo. Pero ya era tarde, Marta le dijo, Señor si hubieras estado aquí, mi hermano no había muerto. Entonces Jesús le dijo, tu hermano volverá a vivir. Y ella entendió que resucitará en el día final. Y Jesús siguió explicándole, yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá, y todo el que todavía está vivo y cree en mí, no morirá jamás. Y le hizo una pregunta que ahora mismo te hace a ti y a mí ¿CREES ESTO? Y Marta confirma que sí creía.
Luego continua la historia, Jesús preguntó dónde lo sepultaron, toda la gente estaba triste y él también se puso a llorar. Conmovido Jesús se acercó a la tumba, y ¿qué dijo? Quiten la piedra, imagínense en ese momento la expectativa de todos. Marta la hermana del muerto a quien Jesús le había dicho que su hermano resucitaría, y que él mismo era la resurrección y la vida y Marta afirmó que creía en esto, dijo: Señor, ya debe oler mal, porque hace cuatro días que murió. Fíjense en la reacción de Jesús ¿No te dije que, si crees, veras la gloria de Dios? y la Biblia dice, que Marta y todos los presentes vieron la gloria de Dios cuando Jesús gritó, Lázaro sal fuera, y el muerto Lázaro salió con las manos y los pies atados, y termina la historia con Jesús diciendo: Desátenlo y déjalo ir.
Mis amigos, cuando estas dudando del milagro de Dios en tu vida, cuando no estás seguro de su promesa él te dice, ¿No te dije que, si crees, veras la gloria de Dios? Recuerdas siempre que tal vez haya una piedra como barrera y que Jesús necesita quitar de allí como lo hizo en la tumba de Lázaro, o hay algo que te mantiene atados los pies y las manos. Déjalo que Jesús los desate. Tú solo necesitas acercarte a él, necesitas creer y veras la gloria de Dios manifestándose en tu vida, en tu familia, en tu trabajo, en tu iglesia, en tu estudio, en tu ciudad, y en todas veras la gloria de Dios, por eso empieza a creer. Y creer significa aceptar la necesidad de Dios, reconocer que él es todopoderoso, luego haga un paso hacia el frente, viva en obediencia al Señor y su Palabra.
¿Estás listo para ver la gloria de Dios manifestándose en tu vida? ¿Depositaría plenamente en él tu confianza, dando un paso de fe como lo hizo Pedro al caminar sobre las aguas? Ora a Dios, estas palabras del Salmista David; ¡Bendito sea el Señor, que ha escuchado mis ruegos! El Señor es mi poderoso protector; en él confié plenamente, y él me ayudó. Mi corazón está alegre; cantaré y daré gracias al Señor. Amen.https://vimeo.com/84128338En una oportunidad una persona me dijo, que no siente o no ve más en su vida la fidelidad de Dios, dijo ya no suceden los milagros. Hay días que mi fe está siendo cuestionada por circunstancias, que no hay resultados positivos. La verdad no sé qué más hacer remato esta persona en búsqueda de ayuda, y esta última expresión detonaba que algo de esperanza había en el fondo de su corazón.
Mis queridos amigos, en la Biblia encontramos una apasionante historia en el Evangelio de Juan 11:1ss. donde le avisaron a Jesus que Lázaro su amigo estaba enfermo, pero él no se fue al instante, tardó unos días dice la Biblia. En el verso 17 encontramos, que llegó Jesús después de 4 días de haber estado muerto Lázaro. Cuando Marta una de las hermanas de Lázaro, se enteró que Jesús estaba llegando, salió a recibirlo. Pero ya era tarde, Marta le dijo, Señor si hubieras estado aquí, mi hermano no había muerto. Entonces Jesús le dijo, tu hermano volverá a vivir. Y ella entendió que resucitará en el día final. Y Jesús siguió explicándole, yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá, y todo el que todavía está vivo y cree en mí, no morirá jamás. Y le hizo una pregunta que ahora mismo te hace a ti y a mí ¿CREES ESTO? Y Marta confirma que sí creía.
Luego continua la historia, Jesús preguntó dónde lo sepultaron, toda la gente estaba triste y él también se puso a llorar. Conmovido Jesús se acercó a la tumba, y ¿que dijo? Quiten la piedra, imagínense en ese momento la expectativa de todos. Marta la hermana del muerto a quien Jesús le había dicho que su hermano resucitaría, y que él mismo era la resurrección y la vida y Marta afirmó que creía en esto, dijo: Señor, ya debe oler mal, porque hace cuatro días que murió. Fíjense en la reacción de Jesús ¿No te dije que, si crees, veras la gloria de Dios? y la Biblia dice, que Marta y todos los presentes vieron la gloria de Dios cuando Jesús gritó, Lázaro sal fuera, y el muerto Lázaro salió con las manos y los pies atados, y termina la historia con Jesús diciendo: Desátenlo y déjalo ir.
Mis amigos, cuando estas dudando del milagro de Dios en tu vida, cuando no estás seguro de su promesa él te dice, ¿No te dije que, si crees, veras la gloria de Dios? Recuerdas siempre que tal vez haya una piedra como barrera y que Jesús necesita quitar de allí como lo hizo en la tumba de Lázaro, o hay algo que te mantiene atados los pies y las manos. Déjalo que Jesús los desate. Tú solo necesitas acercarte a él, necesitas creer y veras la gloria de Dios manifestándose en tu vida, en tu familia, en tu trabajo, en tu iglesia, en tu estudio, en tu ciudad, y en todas veras la gloria de Dios, por eso empieza a creer. Y creer significa aceptar la necesidad de Dios, reconocer que él es todopoderoso, luego haga un paso hacia el frente, viva en obediencia al Señor y su Palabra.
¿Estás listo para ver la gloria de Dios manifestándose en tu vida? ¿Depositaría plenamente en él tu confianza, dando un paso de fe como lo hizo Pedro al caminar sobre las aguas? Ora a Dios, estas palabras del Salmista David; ¡Bendito sea el Señor, que ha escuchado mis ruegos! El Señor es mi poderoso protector; en él confié plenamente, y él me ayudó. Mi corazón está alegre; cantaré y daré gracias al Señor. Amen.https://vimeo.com/84128338
Heriberto Ayala
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