Solo Cristo salva y sana las heridas del ayer
- info593312
- 17 abr
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Jorge compartió cómo sus experiencias tempranas moldearon profundamente su vida. Creció en un hogar lleno de tensiones y conflictos, donde los rencores y complejos dominaron su infancia. A pesar de vivir con su mellizo, las diferencias entre ellos eran abismales. Jorge enfrentaba una lucha interna constante, manifestada en resentimiento, rabia y rechazo hacia su propia familia. Estas experiencias no solo afectaron su relación con ellos, sino también su capacidad para sanar y avanzar.
Sin embargo, su historia dio un giro inesperado. Una noche, tras una fiesta en la que se sintió vacío y borracho, vio un cartel en una iglesia que decía: "Solo Jesucristo salva." Este mensaje le hizo preguntarse: "¿De qué salva?" Intrigado, decidió buscar esa iglesia y encontró un grupo de jóvenes con una vida completamente diferente a la suya. Más tarde, asistió a un campamento y descubrió que alguien allí estaba orando por él.
Movido por esta experiencia, Jorge se acercó al altar de Dios y entregó su vida a Cristo. A partir de ese momento, comenzó a experimentar un cambio interior profundo. Impulsado por esta transformación, buscó a su familia con el propósito de restaurar las relaciones dañadas. Este nuevo camino le ofreció la esperanza y la oportunidad de sanar tanto su propio corazón como sus vínculos familiares.
La Biblia nos ofrece esperanza para las vidas vacías y oscuras. En 2 Corintios 5:17, se nos promete: “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron.” A pesar del dolor del pasado, siempre hay oportunidad para la sanidad y la transformación. Hoy es tu oportunidad de sanar las heridas del ayer, reflexione sobre la historia de Jorge y sobre estos 3 puntos:
1. La cruz de Cristo es el inicio de toda sanidad
En la cruz, Jesús no solo llevó nuestros pecados, sino también nuestras heridas emocionales, nuestro dolor y rechazo. Su sacrificio es suficiente para sanar incluso las marcas más profundas del pasado. Como dice Isaías 53:5: “Por sus heridas fuimos nosotros sanados.”
2. La resurrección nos da esperanza de una nueva vida
Así como Cristo resucitó y venció la muerte, también nosotros podemos levantarnos a una vida nueva. 2 Corintios 5:17 cobra vida en Pascua: “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron.” No importa de dónde vengas, en Jesús hay un nuevo comienzo.
3. La obra de Jesús en la cruz nos llama a la reconciliación
Pascua es un recordatorio de que fuimos reconciliados con Dios a través de la sangre de Cristo. Esa reconciliación nos impulsa a sanar nuestras relaciones. Al igual que Jorge, somos llamados a extender la gracia que hemos recibido, restaurando lo que parecía perdido.
Dios te bendiga siempre.
Heriberto Ayala
Coordinador Encuentro
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